La Catedral de Ruan (Serie, 1892-1893)
Contexto Histórico
Durante su estancia en la ciudad de Ruan, Monet quedó fascinado por la catedral gótica y comenzó a pintar una serie de obras que capturaban el edificio en diferentes condiciones de luz y clima. Este proyecto fue parte de su obsesión por captar los efectos de la luz en distintos momentos del día, lo que ya había explorado en sus pinturas de los almiares y los álamos.
Descripción del cuadro
Cada pintura muestra la fachada de la catedral desde el mismo ángulo, pero bajo diferentes condiciones de luz: a la luz de la mañana, al mediodía, en la tarde, bajo el sol brillante o en medio de la niebla. El edificio se convierte en un pretexto para estudiar los efectos de la luz y el color, y la solidez de la piedra parece disolverse bajo los toques vibrantes del pincel de Monet. La catedral se transforma en algo casi etéreo, como si flotara en la luz cambiante del día.
Técnica y estilo
Monet utilizó pinceladas cortas y rápidas para representar la textura de la piedra, pero más que la arquitectura en sí, su enfoque estaba en la luz que se reflejaba en la fachada. La paleta de colores varía enormemente entre las diferentes versiones de la catedral, desde tonos fríos y sombríos hasta vibrantes y cálidos. La serie es un excelente ejemplo de cómo Monet trataba de capturar el paso del tiempo y las transformaciones visuales en sus pinturas.
Relevancia
La serie de la catedral de Ruan es una de las más importantes de la obra de Monet, y fue clave para consolidar su reputación como maestro del impresionismo. La serie también es un testimonio de su capacidad para explorar un solo tema desde múltiples perspectivas, creando una rica variedad de impresiones visuales a partir de un mismo motivo.
Ubicación
Las obras de esta serie se encuentran dispersas en museos de todo el mundo, incluyendo el Museo de Orsay en París, el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York y la Galería Nacional de Arte en Washington, D.C.